Porvenir

Los gobiernos pierden legitimidad en la medida que sus acciones se alejan de las aspiraciones de los pueblos que representan e incumplen con los programas propuestos en la senda electoral que es el primer compromiso que asumen con sus electores.

El tinglado partidario que conforman las diferentes instancias conquistadas a través del voto como serían los Ayuntamientos, el Congreso Nacional y el Poder Ejecutivo generan una lucha de contrarios que evitan en la mayoría de las ocasiones la gobernabilidad.

La gente se alinea en su fanatismo desproporcionado, asusado por las posiciones reancias y duras de las líneas políticas partidarias, las cuales son respaldadas por las voces mediatícas que le sustentan hacia afuera en el combate por ganar la opinión pública sin considerar la posibilidad de aunar esfuerzos que conlleven a la superación de los problemas nacionales tanto los que tienen origen interno como los que dependen de causas exógenas.

Preguntemonos si sería tiempo para establecer un Proyecto de Nación donde concuerden los dísimiles intereses que conforman al país o tiempo de aplicar la mayoría mecánica otorgada por la votación popular e imponer la estrategia partidaria de quien gana una elección por abrumadora ventaja electoral.

El reto para los que gobiernan es la de optar por retener los espacios conquistados, la opción de la población es observar y decidir a quien otorgarle el poder sin fanatismos, insisto, en aras de obtener un pais sustentable y digno de vivir en el.