Daniel 12

La guagua estaba atestada de pasajeros como pollos en jaula encima de un camión desvencijado transitando en la 27. El chofer conducía a galope de bestia indomable, desafiando la inercia, intentando comprobar las leyes físicas sobre el movimiento.

_El tiempo se acerca, la venida de Jesucristo es inminente, he aquí que la gente anda de aquí para allá y de allá para acá y los sabios desdicen de Dios, aleluya, arrepiéntete hermano, Gloria a Dios, Alabado seas Señor.

_ Amén hermano.

Respondió a coro la masa compacta, unos a otros se miraron medio incrédulos; la voz prosiguió incesante.

_ Daniel 12 lo dice:

_ ¨ Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.¨

_ Esto es lo que vemos la gente anda como loca, decía afirmándose en su convicción el predicador.

_ Chofer me quedo en el Renove grita una anciana voz en cuello.

_ Renovación hermana Renovación, es ¨ El tiempo del Fin.¨

_ Es que miren al mundo, todo lo que se han inventado, cuanta modernidad y andamos desesperados, confíen en La Palabra,
se acerca el fin arrepiéntete hermano, tu que me escuchas, tú que me oyes.

_ Déjame en el invernadero del Olímpico, vociferó un obrero.

_ ¨ Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días.¨

Leyó súbitamente en tono árido el evangelista.

Los rayos del sol traspasaban las ventanas del lado izquierdo de la guagua en ruta este a oeste camino a la zona industrial de Herrera y desde esa posición apretujado se mueve como puede un pasajero airado, sudoroso. Molesto le increpa al evangelizador.
_ ¡ Suelta en banda esa vaina que tengo calor !

Entonces levantado como resorte, Biblia en mano el manso pastor de ovejas respondió:

_ Tengo a Daniel 12 para que entiendan lo que pasa, oigan bien, aquí lo dice, está es La Palabra de Dios, que no habla embuste.
Advirtió sugestivamente y alzando la Biblia dijo:

¨ Y yo oí, más no entendí. Y dije: Señor mío, ¿ Cuál será el fin de estas cosas ?
El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.
Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.¨

_ Esto es Daniel 12, Amén hermanos y hermanas. Me quedo chofer.

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