Editorial invitado

Editorial del periodico El Nuevo Diario.

Evitar hacer el ridículo


Cuando se ensaya la derrota se está listo para ganar. Al menos nos hace evitar hacer el ridículo.

Ahora debería de venir lo que puede considerarse como un proceso lógico en cualquier sociedad organizada. Aunque aquí la costumbre hace ley y los dirigentes se aferran a los cargos políticos como su ocupación natural.

Pese a que el gota a gota en el conteo de los votos de las pasadas elecciones mantiene al país en vilo, la tendencia resulta demasiado clara como para darse cuenta de que la derrota de la Gran Alianza Nacional ha resultado impactante.

Tanto, que sus mismos dirigentes no han podido manejar con elegancia este fracaso electoral. Han pretendido hacer creer que se les ha engañado, cuando esa no ha sido la realidad.

Es más, se puede decir que han sido derrotados pese a tener bajo su control los mecanismos de las elecciones, al haber designado a los miembros de la Junta Central Electoral y ésta a su vez a todo el personal.

Frente a una situación así el recogimiento parece una actitud más sensata. Salir a gritar en público es pretender conseguir con el escándalo lo que no han podido ganar en buena lid.

Los dirigentes de esos partidos políticos pretenden ahora salvarse frente a su militancia haciéndole creer que han sido víctima de un engaño y no de una derrota evidente, por muy sorprendente que pueda parecer.

Probablemente, el Partido de la Liberación Dominicana ha conseguido más de lo que buscaba, pero es claro que así lo quisieron los electores que acudieron desde temprano a las urnas para elegir a sus senadores, diputados, síndicos y regidores.

Ya algunos han comenzado a pedir la renuncia de los dirigentes de esos partidos políticos, que por lo regular después de una derrota como la ocurrida, en cualquier país organizado se irían sin que nadie tuviera que pedírselo.

Seria un proceso lógico.