Profesión amenazada

Antes eran terroristas de Estado ¨pegados de la teta¨ quienes mataban a los periodistas que osaban denunciar y descubrir las claves de su rapacidad contra el pueblo.
Hoy también los delincuentes, narcotraficantes y timadores asesinan a mansalva a quienes tienen como única arma su voz y su palabra escrita.
El periodista en el presente es asediado por ambos sectores y contemplamos la barbarie en el cuerpo físico de estos redentores de la palabra por aquellos opuestos al bienestar de la sociedad humana.
Es difícil la profesión del periodista cuando éste ejerce apegado a la ética con un gran sentido de la responsabilidad social y tiene por enemigos a quienes han hecho riqueza al margen de la ley y a una compleja madeja de intereses espúrios enquistados en las redes del poder social, político y económico.
El riesgo de asumir posiciones verdaderas e innegociables en un ambiente de roedores insaciables ante la anestesia de una población desmovilizada hacen predecir un futuro desconcertante para el ejercicio periodístico investigativo.
La alerta roja para los periodistas en ejercicio en la República Dominicana se ha activado, la misión fundamental es salvar vidas, concientizar a los ciudadanos para que recuperen sus espacios y su dignidad, ubicar la causa de este desastre y eliminarla con los únicos instrumentos que conocen, la palabra y la comunicación en todas sus vertientes.
In memorian
Juan Andujar
Johnny Martinez
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